Durante las Guerras Púnicas y en la época antigua en general era frecuente contratar mercenarios bajo promesas de botín, alianzas, riquezas o por otro...

Dorso de unidades mercenarias y aliados

Durante las Guerras Púnicas y en la época antigua en general era frecuente contratar mercenarios bajo promesas de botín, alianzas, riquezas o por otro tipo de acuerdo. Los cartagineses tenían una población ciudadana muy limitada y necesitaban continuamente contratar nuevos mercenarios para sus conquistas y poder mantener la provisión de materias primas para su imperio. Tras perder en la I Guerra Púnica contra los Romanos (264 a. C. — 241 a. C.), perdiendo el control que ejercían en la isla de Sicilia, entraron en una especie de guerra civil contra mercenarios africanos que se rebelaron en el 240 a.C. Roma aprovechó la situación y les arrebataron las islas de Córcega y Cerdeña en el 238 a.C. sin apenas batallas, y pasaron a llamar al Mar Mediterráneo como Mare Nostrum.

Previamente a la II Guerra Púnica (218 a. C.-201 a. C.) los cartagineses comenzaron a extenderse por la península hispánica, dado que sus principales fuentes de recursos los habían perdido. Las pérdidas de Sicilia, Córcega y, sobre todo, Cerdeña, privan a Cartago de sus principales fuentes de materias primas. Además la base de su ejército se ve mermada, también por su comunicación bloqueada con Grecia y Macedonia, y las islas perdidas también le impiden acceder a los mercenarios de la Galia Cisalpina, la Narbonense y toda Italia.

Amílcar (padre de Aníbal), la figura que sale más fortalecida de la guerra, vuelve sus ojos hacia un nuevo territorio. Un territorio virgen, lo suficientemente cercano a Cartago para aprovisionar a la metrópoli con materias de primera necesidad, y lo suficientemente lejano a Roma como para no interferir directamente en su área de interés: la Península Ibérica, Spania en lengua fenicia. Amílcar transmitirá su odio a Roma a través de sus hijos Aníbal y Asdrúbal Barca, lo que prenderá la mecha de la II Guerra Púnica.

Hispania se convirtió, no sólo en la fuente de recursos para los púnicos, sino en la base del ejército mercenario cartaginés, los celtíberos: turdetanos, carpetanos, oretanos, ilergetes, etc., que se complementaron con las tropas africanas de libios-fenicios y númidas.
Los romanos también reclutaron con frecuencia tropas mercenarias, especialmente de las ciudades aliadas de Italia, de la Galia, y cuando estuvo más avanzada la guerra con los cartagineses en Hispania, reclutaron íberos y celtíberos, muchos gracias a alianzas llevadas a cabo hábilmente por la familia Escipión.

  1. Balistas
  2. Caballería Hispana
  3. Caballería Númida
  4. Infantes Celtíberos
  5. Honderos Baleares
  6. Infantería Gala
  7. Infantes Íberos
  8. Onagro

 

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