Roma cambió, evolucionó y se expandió de forma asombrosa entre los siglos III y I a.C. Sus ejércitos destacaron sobre otras tribus y facciones vecinas. Solían posicionar...

Roma cambió, evolucionó y se expandió de forma asombrosa entre los siglos III y I a.C. Sus ejércitos destacaron sobre otras tribus y facciones vecinas. Solían posicionar su infantería ligera en vanguardia, aumentando en veteranía y edad las unidades que se situaban detrás. Normalmente los velites se situaban en primer lugar, hostigando, atacaban y se replegaban a través de los huecos que eran rápidamente cerrados. Si los hastati tenían que retirarse ocupaban su lugar los príncipes y si también estos eran derrotados o necesitaban descansar, los triarii formaban un frente de lanzas que protegía la retirada de todo el ejército. Una legión romana en esta época lo formaban unos 4.200 hombres infantes y 300 a caballo. Los hombres más ricos solían formar la caballería, divididas en 10 tropas o turmae de 30 jinetes y dirigidas cada una de ellas por 3 decuriones (líderes de 10 hombres).

Los infantes estaban agrupados en manípulos de 120 soldados o 2 centurias de 60 guerreros, salvo los triarii que estaban formados por sólo 60 soldados. La legión habitualmente recibía como apoyo ejércitos auxiliares formados por aliados de pueblos itálicos, y normalmente iban dos legiones juntas (llamado ejército consular) para las grandes campañas.

  1. Arqueros Sagittarii
  2. Equites Alares
  3. Equites Cohortales
  4. Civiles armados
  5. Hastati
  6. Príncipes
  7. Los Triarii
  8. Velites

 

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