1. FICHA

  • Juego para 1 jugador en solitario.
  • Para jugadores de 12 años o más.
  • Duración de la partida: 30 minutos por cada misión.
  • Wargame estratégico y operacional.
  • Selecciona los grupos de bombarderos y cazas de escolta y juega una campaña con ellos enlazando misiones.
  • Incluye más de 10 campañas de bombardeo sobre Europa
  • Las más de 300 cartas proporcionan una excelente rejugabilidad.
  • Nominado al mejor wargame de 2017 por los Golden Geek.

Descarga aquí la hoja de registro de campaña para imprimir.

2. RESEÑA HISTÓRICA

Cuando los Estados Unidos entraron en la Segunda Guerra Mundial, en diciembre de 1941, como resultado del ataque japonés a Pearl Harbor, no disponía de una fuerza de bombarderos eficiente.

Hombres como Billy Mitchel, en la década de los años 20 pregonaban sobre la importancia de una Fuerza Aérea independiente y los conceptos de los bombardeos estratégicos y apoyo táctico a las fuerzas terrestres dañando así la capacidad del enemigo para combatir: población civil, centros de comunicaciones, transportes, fábricas, instalaciones militares… Provocando el desánimo y el pánico en la población civil, el caos en las comunicaciones y transportes, y destruyendo sus centros de producción y líneas de abastecimiento se podría ganar una guerra.

A pesar de estos hombres y su esfuerzo, en 1941 al inicio de la contienda, la 8ª Fuerza Aérea, que posteriormente sería la principal encargada en llevar a cabo el bombardeo estratégico sobre Alemania, ni siquiera existía. Y el aparato encargado de esta pesada tarea fue principalmente el Boeing B-17 más conocido como Fortaleza Volante. El B-17 fue mucho más que un avión, fue todo un símbolo de la fortaleza norteamericana, y de su resistencia ante el enemigo.

El origen del B-17 tuvo lugar en 1934, cuando el estado mayor publicó unas especificaciones para sustituir al obsoleto bombardero Martin B-10, con el objetivo de defender Hawaii o Alaska, invitando a diferentes fabricantes aeronáuticos americanos a ofertar y desarrollar un moderno bombardero. Los requisitos eran transportar una carga útil de bombas a 3000 metros de altitud, por 10 horas a como mínimo 320 Km/h. Tras la recepción de varias ofertas, el estado mayor decidió escoger al ganador de entre los finalistas en unas pruebas de vuelo en el aeródromo de Wilbur Wright. En las pruebas se comprobó que el prototipo de Boeing (por entonces una compañía bastante modesta) Model 299, superó con creces las prestaciones de sus competidores de Douglas, el DB-1, y de Martin, el Model 146.

Boeing XB-17 (Modelo 299)

Douglas B-1 (B-18)

Martin Modelo 146

El prototipo de Martin, aunque resultó un diseño fallido sirvió para que la compañía aplicara diversas innovaciones y realizara estudios que le llevaron a desarrollar el Model 179 con el que la compañía si consiguió un contrato en 1939, el del famoso bombardero medio B-26 Marauder.

La arriesgada propuesta de Boeing de un aparato monoplano con 4 motores y más de 45 metros de envergadura, frente a sus competidores bimotores, a pesar de que incluso superó los requisitos de velocidad del estado mayor, no fue la escogida por dos motivos de peso: el prototipo de Boeing se estrelló durante el despegue de su segundo vuelo de evaluación, y su precio casi duplicaba al aparato de Douglas, el bimotor DB-1 que se convertiría en el B-18 Bolo. Aunque luego se comprobó que la causa del accidente fue un olvido de la tripulación que olvidó desactivar los mecanismos de desbloqueo de las superficies de control mientras el aparato estaba aparcado en la pista, el modelo presentado por Boeing quedó descalificado por no haber podido terminar todas las pruebas de evaluación.

Boeing Modelo 299 estrellado 

Por tanto, y por descarte se mandó construir el modelo presentado por Douglas. Sin embargo, tras la entrada en servicio del B-18 y sus manifiestas deficiencias, y debido a las buenas impresiones cosechadas por el Model 299, primer aparato capaz de volar con un motor menos, llevó al estado mayor contratar la fabricación de 13 aviones YB-17. Conforme se iba evaluando estos aparatos y se iba evolucionando el diseño a las primeras versiones como B-17B, el interés del alto mando aumentaba, así como los pedidos de cada una de las series que se iban fabricando. Así al inicio de la guerra para los EEUU en 1941, había en servicio unos 200 aparatos de las primeras variantes YB-17A, B-17B, B-17C, y B-17D.

La primera variante de este avión enviada a Europa a luchar contra los alemanes en 1942 fue la B-17E que llegó a Inglaterra con la 8ª Fuerza Aérea. Cuando el B-17 fue diseñado en los años 30, como ya hemos indicado, las misiones que se esperaba pudieran llevar a cabo eran completamente nuevas: lanzar bombardeos de precisión sobre objetivos militares industriales específicos durante el día. Esta misión sería extremadamente peligrosa, y las tripulaciones aún estaban verdes y había que dedicar muchas horas al entrenamiento de los tripulantes: no tenían experiencia en vuelo a gran altitud y sin apenas oxígeno, los artilleros apenas tenían experiencia con las torretas (casi ninguno había disparado a un blanco aéreo).

Bombardeo de un radar alemán en 1943 por un B-17F

A esto hay que sumar que la estrategia inicial fue enviar a los B-17 sin escolta hasta el territorio enemigo, ya que el alto mando consideraba que su armamento era tal que difícilmente serían derribados por los aviones de la Luftwaffe o el fuego antiaéreo. Los tripulantes corrían un grave riesgo, tal era este riesgo que se les ofreció a aquellos tripulantes que completaran 25 misiones, regresar a sus casas.

Uno de los primeros aparatos en cumplir sus 25 misiones fue el Memphis Belle, un B-17F construido en 1942, y asignado al Grupo de bombardeo pesado Nº 91 de la 8ª Fuerza Aérea. Su comandante, Robert T. Morgan bautizó a su avión como Memphis Belle en honor de una novia de nombre Margaret Polk, a quien había conocido camino a Memphis. La costumbre de pintar chicas y bautizar a sus aviones con nombres femeninos era muy popular en la época como una forma de amuleto de la buena suerte. El Memphis Belle realizó sus 25 misiones entre el 7 de noviembre de 1942 y el 17 de mayo de 1943, recorriendo 32.000 km, y arrojando 60 t de bombas sobre objetivos en territorio enemigo. Recibió daños durante sus misiones e incluso en cinco ocasiones volvió con alguno de sus motores incendiados. Se le atribuyen el derribo efectivo de 8 cazas enemigos y aunque sus tripulantes resultaron heridos, terminaron recuperándose. Este hecho fue destacable, en comparación con la proporción de bajas sufridas por la USAF en territorio enemigo, que en la época eran entre un 50-80% de ser derribado.

Tripulación del Memphis Belle

A pesar de este panorama, poco a poco, las misiones exitosas comenzaron a contarse por decenas, misiones en las que además de destruir objetivos clave de la industria militar nazi en Europa, bases de submarinos en Francia y otros puntos concretos, se buscaba bajar la moral al enemigo a base de una lluvia constante de bombas. Ejemplo de estos éxitos fueron las incursiones sobre Regensburg o Schweinfurt en Baviera, en las que se destruyó la fábrica de cazas alemanes de Messerschmitt y se provocó una reducción del 35% de la producción de rodamientos. Sin embargo, estas misiones tuvieron un coste importante en vidas y aviones. Eso sin contar otras misiones menos exitosas como la segunda incursión sobre Schweinfurt cuando de los 291 B-17 enviados 198 resultaron dañados o derribados y 590 tripulantes murieron.

Esta operación fue la definitiva: la USAAF rectificó y ofreció a las «Fortalezas Volantes» el apoyo de cazas como el P-47 Thunderbolt o el P-51 Mustang. Con esta escolta, su efectividad fue mucho mayor, y estos aparatos arrojaron 640.000 toneladas de bombas sobre objetivos.

Formación de bombardeo de los B-17G

El efecto de los B-17 y sus incursiones sobre los alemanes fue fundamental en el desarrollo de la guerra. Las toneladas de bombas arrojadas sobre la Europa ocupada, no consiguieron ganar por sí mismas la guerra, pero ejercieron un impacto significativo sobre la moral de los alemanes, que tuvieron que dedicar múltiples recursos a detener estas incursiones, además de ser determinantes para que los aliados consiguieran la superioridad aérea en Europa gracias a la destrucción de aeródromos, e industrias, y el colapso de su economía destruyendo las redes de transporte, refinerías y fábricas de combustible sintético.

La fase final de la guerra fue cubierta por la versión más moderna de la Fortaleza Volante, el B-17G, un avión que contaba con 13 ametralladoras calibre .50 que protegían todas las partes vitales del aparato. Desde el prototipo que se estrelló, el Model 299 hasta la última versión operativa B-17G-VE, se construyeron un total de casi 13.000 de estos aparatos, de entre los cuales unos 4700 fueron abatidos en misiones de combate. La última de las Fortalezas Volantes fue retirada del servicio en 1968, perteneciente a la Fuerza Aérea Brasileña. Casi medio centenar de estos aviones sobreviven hoy en día, aunque la mayoría de ellos son modelos de construcción tardía que no llegaron a participar en la guerra. Sólo 6 de ellos son veteranos de la Segunda Guerra Mundial, uno de ellos el famoso Memphis Belle.

Boeing B-17G Fortaleza Shoo Shoo Baby USAF

B-17 Sally B

3. INFORMACIÓN DEL JUEGO

3.1 Sistema de juego

B-17 leader: La fortaleza volante es un wargame solitario que recrea a nivel estratégico la campaña aérea de los EEUU contra la Europa ocupada por Alemania entre los años 1942 y 1945. Durante la partida, el jugador deberá tomar decisiones críticas, como qué objetivos atacar, qué escuadrones realizarán la misión, o cómo equipar y armar a esos escuadrones… todo ello para maximizar los esfuerzos de la 8ª Fuerza Aérea que comanda para tratar de arrodillar a la Alemania nazi. Una vez que el jugador ha planificado y preparado la misión, los aviones despegan, y el sistema de juego reacciona a la incursión de los B-17 enviando cazas a interceptarlos y disparando con toda la artillería antiaérea disponible. Además del fuego alemán, el sistema pondrá a prueba la capacidad de improvisación de los jugadores también por medio de eventos aleatorios.

Lo primero que tendrá que hacer el jugador es seleccionar una Campaña de bombardeo. Cada campaña incluye el año en que se llevó a cabo, los puntos que se obtienen, tipos de objetivo, y reglas especiales que hacen que cada campaña sea diferente. Después se seleccionan a los grupos de cazas y de bombarderos, así como cualquier comandante que el jugador quiera asignar.

La secuencia de juego de la campaña incluye una secuencia semanal en la que se desarrollan las misiones, se asignan los grupos a cada misión y se planifica cada misión. La gestión de suministros por parte del jugador se realiza por medio de los Puntos de Operaciones Especiales que se reciben al inicio de la semana. El jugador podrá gastar estos puntos en recibir nuevas unidades, así como en armamento para sus bombarderos. Los alemanes también podrán construir nuevas unidades, en función del éxito del jugador en sus misiones y del estado en que se encuentre su industria. De este modo, si el jugador va destruyendo la capacidad industrial alemana, disminuirá la cantidad de reemplazos y refuerzos alemanes.

Durante cada misión, el jugador selecciona el objetivo que va a intentar bombardear, planifica una ruta para la misión sobre el mapa intentando encontrar el mejor camino entre las defensas alemanas para llegar hasta el objetivo y volver sano y salvo a casa, y después ejecutar la misión.

El tablero de juego contiene un mapa donde se desarrollan las misiones, pero también incluye diferentes zonas para registrar la actividad alemana y la situación en el frente oriental y en el Mediterráneo. También hay espacio para colocar las cartas de objetivo y eventos.

Durante la misión, el jugador irá moviendo a sus grupos de bombarderos junto con los cazas de escolta, comprobando si aparecen cazas alemanes (“bandidos”) y resolviendo los combates aéreos que pudieran ocurrir. En esos combates los cazas de escolta harán lo posible para defender a los bombarderos, aunque no debes confiarte porque los artilleros de los bombarderos tendrán que afinar la puntería y poner su grano de arena para cumplir con la misión.

Los bombarderos van moviendo de hexágono en hexágono del mapa en grupo durante el desarrollo de la misión, mientras que los alemanes podrán hacer despegar a sus cazas interceptores desde el mismo hexágono o un hexágono de distancia. Los combates se producen cuando los cazas alemanes atacan a los bombarderos en su hexágono o por el disparo del fuego antiaéreo sobre el objetivo. El combate se resuelve mediante una tirada de dados de forma que un impacto conseguido por los alemanes, puede llegar a infringir entre 1 y 3 puntos de daño a un escuadrón de bombarderos. Una vez que los bombarderos llegan al hexágono objetivo se resuelve el bombardeo y comienza el camino de vuelta.

Una vez de vuelta en la base, habrá que celebrarlo. Has sobrevivido un día más. Mañana habrá que planificar la siguiente misión, reponer aviones perdidos y rearmarlos para volver al ataque, y buscar un nuevo objetivo para seguir minando la resistencia alemana.

3.2 Componentes

  • +300 Cartas
  • 6 hojas de fichas y marcadores
  • Mapa o tablero
  • Hoja de registro de misiones
  • 11 Hojas de campaña
  • Reglamento
  • 2 Dados de 10 caras

4. VIDEOS

Agustí Barrio

"Abriendo la caja" del B-17 de la edición en inglés (unboxing)

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